Como la vida misma, pero digital ¿eh?

Recibo un VHS que me envía Adán, incluye un par de sorpresas, dos cortos impensables hace unos años, pero factibles ahora, donde una camarita de DV y un cutrePC para editar hacen posibles cosas así. Adán me ha dado permiso para colgar «Un día cualquiera» una experimentación serena sobre la cotidianidad pura y dura. Son 5’5Mb de nada, y así estrenas el ADSL, hombre.

¿Qué me gusta del corto? Pues la sencillez con la que está hecho, y el regustillo que deja cuando aparecen los títulos del final. Y el plano de las pinzas de tender. Seré parcial, que lo soy, pero las imágenes y sonidos del «día cualquiera» que firma Berta permanecen para mí mucho más que otras corto-grandilocuencias que veo por ahí…

Por cierto, he estrenado un programita de webcam que mientras tenga el PC en marcha muestra mi careto on-line. Es un experimento, y no durará mucho, porque prefiero el anonimato visual.