Verano

Basado en una historia real, por respeto a las víctimas se han cambiado los nombres.
Los hechos se reflejan tal como ocurrieron, solo que congelados en el instante equivocado.
Fotos colgadas ahí en los muros, gente paseando y deteniéndose unos segundos frente a cada instantánea.
Aunque inevitable la carga de melancolía, las películas se hacen a sí mismas, rebeldes ante sus supuestos creadores.
Defensor del potencial de la ficción, descubridor de la impostura de todas, ellas.
Incapaz de ceñirse a unos diálogos pre-escritos nunca más.