Toronto Day #0

Roy Thomson Hall

Bcn->Amsterdam
Casi no he dormido. Ha sonado el despertador a las 4:20 y en menos de 10 min. ya estaba dentro del taxi.
El taxista dice exactamente estas palabras: Hola amigo, vamos aeropuerto, T1 rápido que estamos.
4:48 estoy en El Prat T1. Cola enorme para el check-in de KLM. Nervios. Me doy cuenta que la preparación del papeleo del viaje es tirando a pobre: no llevo impreso lo que creía llevar impreso. Ya pasa de la hora de embarque cuando me atiende una señora muy seca en el mostrador más alejado del final de la cola. Pasaporte, vacunas, Pcr, EU COVID, eTA, arriveCan… ya no sé lo que está en el móvil y lo que está en papel. Se lo dejo todo tirado por ahí. No facturo maletas y me da la tarjeta de embarque de muy mala gana. Puerta D75. Otra cola intensa antes de pasar el control seguridad. Me cuelo delante de una moza que se está bebiendo un batido, en lugar de simplemente tirarlo antes del escáner. Debe ser caro, o muy proteínico. Mi arco no pita. Marcha atlética hacia la D75. Ya llaman a los últimos, y uno de esos soy yo. Entro en el avión aún respirando fuerte. Asiento 25D. Despega. ¿Quiere tomar algo? Oranch yus.
Amsterdam->Toronto
8:25 estamos en AMS. Cintas transportadoras hacia la otra punta de Schiphol, a conectar con el vuelo a Toronto YYZ. Control de pasaporte número 1. Look at me, mask, cap. Pasado. En la pantalla indica puerta F2. Allí, control de pasaporte numero 2: tarjeta de embarque, Pcr, arriveCAN, eTA… mascarilla, gorra, quitar, poner. Han sido 40 minutos de cola. Sorprendentemente, detrás de la puerta F2 no se entra hacia el avión. Era solo para un control previo, ahora hay que ir a la F6 para el embarque. Más espera. Intento fallido de extraer algo de comer de la máquina del vending.
Control número 3, esta vez solo de pasaporte y tarjeta de embarque. El que va delante mío es rechazado por no haber pasado antes por la F2. Yo lo paso, esta vez con mascarilla y gorra puestas. Avión repleto. Asiento 34H, pasillo, mis compañeros ya están todos aposentados. Son especialmente voluminosos, extremidades ocupando ampliamente ambos reposabrazos. Esto va a ser arduo. Llega una azafata neerlandesa, y le dice al del medio que puede ir a sentarse con su mujer, que hay hueco. Perfecto. La cosa mejora. El de la ventanilla tose de vez en cuando. Habla un inglés impecable, pero está leyendo un libro en ruso.
Frío. Mantita. Pruebo una peli del menú: «A quiet place II». Es como la I, pero con un flashback al principio. Pasta or chicken. Pido chicken pero me ponen pasta. Al menos no lleva tomate.
Sentado a unos metros de los motores de un super-reactor no es el mejor lugar para apreciar «A quiet place II», pero la termino sin incidentes.
Me tapo con la mantita azul, me quedo medio frito y ya estamos en Toronto, han sido poco más de 7 horas.
Tres controles más en la aduana. Uno electrónico y otros dos presenciales. Pero la cosa pasa rápido, o es que ya todo me da igual. Taxi en la puerta A desk 7.
Hotel Intercontinental Centre habitación 1811.
Son las 13:00 Toronto time.
Por la tarde veo a gente de la organización (Diana Sánchez y Diana Cadavid, gracias) y conozco a Javier Andrade, Anahi y Daniel, que acaban de presentar «Lo Invisible». Están muy contentos. Cenamos juntos, y luego vamos a ver «Le bal des folles», una peli de Mélanie Laurent. Intensa, pero estoy muy petado y no me queda empuje para seguirla en condiciones.
Al salir llueve y me mojo de vuelta al Hotel.
Mañana proyectan Tres, explicaré cómo va.