Toronto Day #3

Anita Rocha da Silveira presentando Medusa en la misma sala donde se proyectó TRES.

Vistas «Intregalde» y «Medusa«. Ambas estuvieron en Cannes. Las dos tienen estilos diferentes, pero comparten una estimulante mala hostia.
Por la tarde fui a The Beguiling y compré tres comics para repartir en casa (Seth, Brubaker y Kirchner). También ahí tuve que hacer cola, max. 8 personas dentro de la tienda.

He hablado con bastante más gente sobre la peli. Hay alrededor de 100 largos proyectándose por aquí, y el personal se hace listas con lo que quiere (o puede) ver. Sé que hay bastantes asistentes que han puesto a «Tres» en su lista después de que se viera por primera vez, y solo hace falta chequear un poco twitter o instagram para saber que no ha pasado desapercibida entre la marea de cine que supone esto.
Es una pena tenerme que ir ahora. Ya dominaba perfectamente el acceso al desayuno del hotel. Espero volver pronto.

Toronto Day #2

NHL’s Toronto Maple Leafs

Este va sin enlace de twitter y va a ser corto.

Vistas ayer «True Things» por la mañana y «Competencia oficial» por la noche. Pero sin duda el mejor drama ha sido ver en la pantalla gigantesca de un sports bar el Barça-Bayern a media tarde.

Ya he estado en cuatro salas, y la calidad de proyección es excelente en todas. Mis preferidas son las del Bell Lightbox, imagen definitiva y sonido muy contundente. Me sabe mal no tener fotos del pase presencial del lunes, pero es lo que tiene venir solo.

Para hoy solo he podido encontrar entradas para una rumana: «Intregalde«. Cada vez es más difícil pillar butacas libres, ni siquiera intentándolo a las siete de la mañana hay suerte. Aprovecharé el día para visitar The Beguiling y miraré de escribir un poco.

Toronto Day #1

El IMAX Cinesphere de Toronto

El IMAX Cinesphere de Toronto.

Mis contactos de whatsapp se despiertan seis horas antes que yo, y el vibrar de sus mensajes mañaneros me han desvelado bien pronto. Para desayunar en el restaurante del hotel he tenido que escanear dos QR y rellenar un formulario. Además, cuando hice el check-in ayer, le recepcionista me dio cuatro vales o «vouchers», cada uno con el número de habitación y la fecha de mis días de estancia escritos a mano. Cuando me llega a la mesa el gigantesco sandwich que parece que he pedido, me reclaman el «voucher» del día y lo entrego obedientemente. La combinación de seguridad analógica y digital para obtener un desayuno hace prácticamente imposible que alguien se cuele y consiga comer gratis en el Intercontinental Centre.
Por la mañana voy al cine, a una de las sala del «Bell Lightbox», el corazón del festival. He conseguido entrada para ver «Unclenching the fists«, una muy buena peli sobre el patriarcado en Osetia del Norte, y cómo una joven con heridas físicas y psicológicas consigue liberarse. Comedia no es, pero ha valido la pena.
Después de comer y hacer tiempo (me salto 4 horas en este relato por el morro), me vienen a buscar al hotel y en diez minutos estamos en el IMAX Cinesphere, la sala donde se va a proyectar «Tres«. El recorrido es corto, pero el coche que me lleva tiene que seguir a 10km/h la estela de una especie de mini-auto de campo de golf que nos escolta hasta la entrada de la sala.
Entramos por la puerta trasera, y Andrea y Diana me mantienen detrás de la pantalla, esperando que llegue el momento. A las ocho en punto Diana se dirige al personal, hace una pequeña introducción y me presenta. Diana estuvo viviendo en Barcelona y colaboró en mi primera peli. Es extraño y emocionante que ella me presente. Tras sus palabras cojo el micro y digo dos o tres frases educadas. «Enjoy the delay» es lo último que les suelto. La sala está al 50% de la capacidad, el máximo que permiten las normas Covid del festival, o sea que a tope.
Para ocupar mi asiento tengo que enseñar el QR de la entrada que he retirado para mi propio pase, Row P Seat 1. Es en la otra punta de la sala, y cuando me siento está todo oscuro y se proyectan ya las promos y los anuncios de los sponsors del TIFF. La sala es enorme, y la pantalla es curva, preparada para proyecciones IMAX. Para hacernos una idea: es muchísimo más grande que la del Phenomena de Barcelona, por ejemplo. El responsable técnico se queda a mi lado por si los niveles de audio no me convencen. Cuando arranca la peli, le digo al encargado que suba el volumen. Y aún lo hago una segunda vez antes de la secuencia del «idiotizer». Estoy tentado de subirlo una tercera vez, pero no quiero que comiencen a sangrar los tímpanos de la señora que tengo al lado. Aunque bastante alto, el sonido es limpio y nítido, y los surrounds y el subwoofer funcionan a la perfección. La sensación de inmersión en las secuencias clave está asegurada. La imagen también es buena, pero lo de la pantalla curva no me acaba de convencer. Quizás para los espectadores más centrados funcione, pero desde donde yo estoy distorsiona bastante el encuadre. Después lo comentaré con algunos asistentes, pero para todos ellos habrá sido una proyección técnicamente perfecta.
Termina la peli, y antes de los créditos la gente comienza a aplaudir. Mucho rato. El jefe me pregunta si puede atenuar los créditos y bajar la música, para que pueda comenzar el Q&A cuanto antes. Accedo y arrancan treinta minutos de preguntas y respuestas. La chica que lo conduce se explaya ensalzando la peli. Luego me cede la palabra. Me acerco el micro a la boca y muevo los labios, pero sin emitir sonido alguno, como si estuviera muteado y hubiera un delay. El personal se ríe bastante, y a partir de ahí creo que se animan a preguntar. Hablamos del porqué del título original de la peli, de Marta y su performance, del trabajo de sonido, de superhéroes, de Netflix y Amazon, de las reglas del delay, de los fragmentos en catalán y gallego que tiene la peli. Todo ha ido muy rápido y de repente se acaba el Q&A. Antes de salir se me acercan cuatro o cinco personas a hablarme personalmente de la película. Al menos dos de ellos son diseñadores de sonido. A ambos les ha tocado personalmente la película. Uno de ellos enfatiza el toque «europeo» que, según él, tiene el largo. Un americano jamás hubiera explicado la peli así, me comenta.
Me llevan en un coche del festival a una mini-party en el centro. Tras enseñar los correspondientes QRs, comemos y bebemos algo mientras de vez en cuando alguien se atreve a acercarse a hablarme de la peli. Yo nunca hago algo así, y lo valoro mucho. Una chica me pregunta sobre la escena de sexo, y una pareja quiere una explicación sobre el final de la película. Improviso respuestas cada vez, espero que pronto alguien suba el significado de la peli a la wikipedia y aclare las cosas.
Son las 2AM cuando volvemos caminando al hotel, con Javier y Juan Marín de «Lo invisible». En el camino hablamos de «La Conversación», de Fleetwood Mac y de tiendas de cómics en Toronto.
Al llegar, el enorme hall del hotel está vacío.
A dormir.

Toronto Day #0

Roy Thomson Hall

Bcn->Amsterdam
Casi no he dormido. Ha sonado el despertador a las 4:20 y en menos de 10 min. ya estaba dentro del taxi.
El taxista dice exactamente estas palabras: Hola amigo, vamos aeropuerto, T1 rápido que estamos.
4:48 estoy en El Prat T1. Cola enorme para el check-in de KLM. Nervios. Me doy cuenta que la preparación del papeleo del viaje es tirando a pobre: no llevo impreso lo que creía llevar impreso. Ya pasa de la hora de embarque cuando me atiende una señora muy seca en el mostrador más alejado del final de la cola. Pasaporte, vacunas, Pcr, EU COVID, eTA, arriveCan… ya no sé lo que está en el móvil y lo que está en papel. Se lo dejo todo tirado por ahí. No facturo maletas y me da la tarjeta de embarque de muy mala gana. Puerta D75. Otra cola intensa antes de pasar el control seguridad. Me cuelo delante de una moza que se está bebiendo un batido, en lugar de simplemente tirarlo antes del escáner. Debe ser caro, o muy proteínico. Mi arco no pita. Marcha atlética hacia la D75. Ya llaman a los últimos, y uno de esos soy yo. Entro en el avión aún respirando fuerte. Asiento 25D. Despega. ¿Quiere tomar algo? Oranch yus.
Amsterdam->Toronto
8:25 estamos en AMS. Cintas transportadoras hacia la otra punta de Schiphol, a conectar con el vuelo a Toronto YYZ. Control de pasaporte número 1. Look at me, mask, cap. Pasado. En la pantalla indica puerta F2. Allí, control de pasaporte numero 2: tarjeta de embarque, Pcr, arriveCAN, eTA… mascarilla, gorra, quitar, poner. Han sido 40 minutos de cola. Sorprendentemente, detrás de la puerta F2 no se entra hacia el avión. Era solo para un control previo, ahora hay que ir a la F6 para el embarque. Más espera. Intento fallido de extraer algo de comer de la máquina del vending.
Control número 3, esta vez solo de pasaporte y tarjeta de embarque. El que va delante mío es rechazado por no haber pasado antes por la F2. Yo lo paso, esta vez con mascarilla y gorra puestas. Avión repleto. Asiento 34H, pasillo, mis compañeros ya están todos aposentados. Son especialmente voluminosos, extremidades ocupando ampliamente ambos reposabrazos. Esto va a ser arduo. Llega una azafata neerlandesa, y le dice al del medio que puede ir a sentarse con su mujer, que hay hueco. Perfecto. La cosa mejora. El de la ventanilla tose de vez en cuando. Habla un inglés impecable, pero está leyendo un libro en ruso.
Frío. Mantita. Pruebo una peli del menú: «A quiet place II». Es como la I, pero con un flashback al principio. Pasta or chicken. Pido chicken pero me ponen pasta. Al menos no lleva tomate.
Sentado a unos metros de los motores de un super-reactor no es el mejor lugar para apreciar «A quiet place II», pero la termino sin incidentes.
Me tapo con la mantita azul, me quedo medio frito y ya estamos en Toronto, han sido poco más de 7 horas.
Tres controles más en la aduana. Uno electrónico y otros dos presenciales. Pero la cosa pasa rápido, o es que ya todo me da igual. Taxi en la puerta A desk 7.
Hotel Intercontinental Centre habitación 1811.
Son las 13:00 Toronto time.
Por la tarde veo a gente de la organización (Diana Sánchez y Diana Cadavid, gracias) y conozco a Javier Andrade, Anahi y Daniel, que acaban de presentar «Lo Invisible». Están muy contentos. Cenamos juntos, y luego vamos a ver «Le bal des folles», una peli de Mélanie Laurent. Intensa, pero estoy muy petado y no me queda empuje para seguirla en condiciones.
Al salir llueve y me mojo de vuelta al Hotel.
Mañana proyectan Tres, explicaré cómo va.

Justicia increíble

En un mundo real donde siempre ganan los malos, «Los increíbles» han venido para impartir justicia.

El próximo lunes 24 de septiembre, presentamos la película de David Valero en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, y antes de que las posibles reacciones me contaminen, voy a explicar algunas cosas que deben saberse.

Que “Los increíbles” es un artefacto extraño y poderoso. Luce con orgullo su etiqueta de documental, y explota las armas que se le suponen a un buen exponente del género. Por ejemplo la espontaneidad de unos personajes que hacen de ellos mismos, y que desarman fácilmente 30 años de carrera del mejor alumno del Actor’s Studio. O un montaje que empuja la película de forma imparable y siempre hacia adelante, manejando con maestría tres tramas paralelas sin caer en el peligro de desequilibrio que eso supone.

Pero es en ciertas elecciones donde la peli escapa de la órbita del mero documental al uso. Al optar por el formato scope, por ejemplo. O obviando la voz en off en favor de una banda sonora creativa, donde el ritmo lo marcan los microondas y los escáneres médicos, contrapunteando el atmosférico score de Vincent Barrière. Y unos minutos de animación de propina que conectan a todo el universo Marvel y DC con San Vicente del Raspeig.

Ahí está el gusto por el encuadre y el desencuadre, los fueras de campo, las elipsis, el uso de los silencios y los espacios vacíos. Resortes asociados desde siempre al mejor cine de ficción, del que últimamente vamos tan escasos. Y aún hay más.

Porque en ciertos momentos, en secuencias críticas donde sólo se podría esperar una cámara oculta o simples planos robados, David hace gala de una planificación y unos ángulos de cámara dignos del mejor storyboard. Simplemente, no sabía que era imposible, y lo hizo así.

Que nadie se lleve a engaño por la evidente austeridad y la escasez de mimbres con la que está manufacturada “Los increíbles”. Hay mucho cine, del de verdad, del grande, hecho (entre otras) con una Canon HV30 de plástico con la que los turistas japoneses sacan desenfocados y temblorosos a los angelotes de la Sagrada Família.

A veces los malos no siempre ganan.

Gracias a Rebor y a todo su equipo de Donosti por sacarnos de los campos de tierra y dejarnos pisar por una tarde el siempre impecable césped de Anoeta.

La mujer del Eternauta

De repente Adán se fue un día a Argentina y rodó este documental, producido por Frida Films, en el que hemos colaborado, intensa y personalmente, y también a través de Nadir Films, donde se ha ayudado a posproducir la peli.

El resultado (no podía ser de otra manera) es un híbrido fascinante entre (ciencia) ficción y documental social que lleva el marchamo inequívoco de Adán.

Super-recomendable, se presenta por primera vez en el inminente Festival de Sitges, el pase oficial es el viernes 7 de Octubre a las 16:00H.

Por supuesto que estaremos allí, os esperamos.

Last weekend

Conocí a Norberto en el remoto festival de Granada en 1995, cuando yo hacía los cortos a pares. Allí se proyectaban «Ella está enfadada» y «Especial (con luz)», y él presentaba «Luismi», un corto que era una joya. Luego vinieron «Road movie», y el largo, «Muertos comunes», y una serie web «Hienas«, y otras cosas que se quedaron por el camino…

La verdad es que tanto Norber como un servidor las hemos pasado de todos los colores, aún nos vemos de vez en cuando, (la última en Alcalá de Henares cuando presenté «Rodilla»), y me alegra anunciar su nuevo proyecto: «El último fin de semana», con facebook incluido, cosa que no había en el 95. Creo que por entonces había 6 ordenadores conectados a internet.

Hoy se proyecta el largo en la Sección oficial del Festival de Cine Fantástico de la Costa del Sol en Estepona… Si estáis cerca, acudid, bandidos.

«Esquivar i pegar»: Estuvimos allí…

Con la avalancha de títulos que un festival como el de San Sebastian mueve, sabíamos que la repercusión mediática de un modesto documental como el nuestro iba a ser mínima. Estuvimos hace unos años con «La casa de mi abuela» y conocíamos la experiencia de pasar por la sección Made in Spain sin ningún apoyo promocional, ni márketing al uso. Lo que no sabíamos era como iba a responder la audiencia, porque hay que recordar que asistíamos al estreno absoluto de «Esquivar y pegar». Y podemos asegurar que la recepción fue estupenda, EiP es una película modesta y orgullosa, y así fue recibida y entendida. Coincidir con Maragall, Julia Roberts y compañia es complicado, pero un festival así tiene también su hueco para propuestas como la nuestra, y nos vamos con la certeza de que la gente que acudió a las dos proyecciones en los cines Príncipe no salió defraudada.

Benito Eufemia, el absoluto protagonista del docu no pudo acudir a Donostia, mañana lo veré personalmente y le comunicaré cómo nos fue. En breve anunciaremos una proyección (o más) en Barcelona. Antes de que acabe 2010 Benito combate de nuevo, y quizás hagamos coincidir ambos eventos. En febrero de 2011 la peli se emitirá en TV de Catalunya.

«Esquivar y pegar» en el Festival de San Sebastian

Esquivar y pegar, el cartel

Esquivar y pegar, el cartel

«Esquivar y pegar», el documental que he codirigido y producido con Adán Aliaga, se presentará mundialmente dentro de la sección Made in Spain, del próximo Festival de San Sebastian, que se celebrará del 17 al 25 de septiembre.

«Esquivar y pegar» es un documental que retrata la vida de Benito Eufemia, boxeador y ex-presidiario. Es además una mirada sobre el crepuscular mundo del boxeo en la Barcelona actual. La película se rodó simultáneamente con la producción de Estigmas en marcha, y hasta hace muy poco no se terminó la post-producción.

Es un documental de producción peculiar, libre en el sentido más amplio de la palabra, y toda una mezcla de formatos: HDV, Super-8, 16mm, imágenes de archivo, etc. Hemos evitado las entrevistas, voces en off y todo aquello que oliera a documental televisivo convencional, y nos hemos agarrado a los códigos de la ficción mayormente. Creo que el resultado, sin ser revolucionario, es más que satisfactorio. El que quiera comprobarlo, en Donosti. También está prevista su emisión en la Televisió de Catalunya en los próximos meses.