Desobediencia civil

La guardia urbana nos ha obligado a pasa la ITV del coche: cristal resquebrajado, ruedas desgastadas, luces que no van, creo que es el momento de jubilarlo. La web queda colapsada porque nos hemos pasado un gigahuevo con el espacio en disco. Descifrar los síntomas de la realidad en función del estado biorrítmico de uno es inevitable: ayer fui a ver El hombre sin pasado, donde queda demostrado lo frágil de la identidad humana. Quizás necesitemos todos un buen golpe certero en la cabeza como el que recibe el prota, para poder empezar de nuevo, levemente, sin arrastrar las angustias del pasado, sin la necesidad de disponer de un nombre.